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viernes, 23 de junio de 2017

El ojo del Huracán...


Sí, los vientos son fuertes, arrasan todo lo que crees haber construido, estás aturdid@, asustad@, no sería correcto decir muerto de miedo, más bien, viv@ y llen@ de miedo.

Desde el azote del viento y la lluvia no puedes elegir libremente, la única libertad posible es la ausencia de miedo; por eso tienes que ir hacia el ojo del huracán, allí no hay vientos, lluvia o granizo, allí estás tú, lo que eres, una presencia amorosa que se expande más allá de las inclemencias meteorológicas de la vida.

¿Cómo podrías llegar a ese lugar que intuyes a veces?, tu mente te dice que es imposible, que no lo lograrás, que eso es para otros. Dile a tu mente que se calle un rato. Para ir al centro, al ojo del huracán no necesitas más que hablarte con tu lenguaje original: el silencio, quédate en silencio, quiet@, respira ese dolor y no te resistas, cuando ese momento llegue, estás cerca, muy cerca, entonces deja pasar los pensamientos como nubes tormentosas, observa que no son más que efímeras formaciones gaseosas, fantasías anticipatorias o pasadas, no la verdad revelada...sigue respirando sin querer llegar a ningún sitio y ya habrás llegado.

Una vez en el ojo del huracán reposa en él el tiempo suficiente para seguir adelante, enfrentándote con valor y coraje a lo que venga, lo que esté por llegar.

Sed felices, o al menos, intentadlo...



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